viernes, 30 de octubre de 2020

EL ESCRITOR ERNEST HEMINGWAY EN CAPICORB, 1938.

 

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE ALCALÀ DE XIVERT-ALCOSSEBRE:

Por: JUAN EMILIO PRADES BEL, “Crónicas”, “Humanismo”, (Proyecto: "ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

HISTORIAS DE LA GUERRA CIVIL 1936-1939. LA ÚLTIMA BATALLA DEL MAESTRAZGO.

"LA ESTANCIA DEL ESCRITOR NORTEAMERICANO ERNEST HEMINGWAY EN CAPICORB, EN MAYO DEL AÑO 1938".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

 El célebre periodista y escritor norteamericano Ernest Hemingway, estuvo presente en la guerra civil española 1936-39 como corresponsal de guerra afín a la causa republicana; a inicios del mes de mayo del año 1938, Hemingway estuvo personalmente en el caserío marítimo de Capicorb, donde se había dirigido, para visitar en persona la primera línea del frente en la parte republicana. Hemingway y sus acompañantes, procedentes de Castellón, se dirigieron en automóvil hacia el frente, desviándose de la carretera nacional en la población de Torreblanca, para dirigirse seguidamente hasta el caserío de Capicorb por la ruta del camino viejo de Torrenostra, camino del mas de Piño, desviándose hacia la masía del Campás, llegando finalmente al pequeño poblado marítimo de Capicorb, esta ruta seguida era con motivo de presentar sus credenciales de corresponsal para ser atendidos por la plana mayor de la defensa republicana, que eran unidades adscritas a la Agrupación Táctica de Divisiones al mando del Teniente Coronel Durán del Cuerpo de Ejército de la Costa, que tenía originalmente el Cuartel General en Alcossebre, pero el avance nacionalista, les hicieron retirarse, y alinearon un nuevo frente de defensa republicano, replegado a lo largo de la margen derecha del río San Miguel. Ernest Hemingway tubo que dirigirse a algún puesto de mando de la División en este lado del río, que estaría provisionalmente emplazado en algún lugar enmascarado entre el río San Miguel, la masía del Campás (donde había instalado un hospital de primeros auxilios del Cuerpo de Ejército, y numerosas fuerzas republicanas en recuperación) y el caserío de Capicorb, con los almacenes marítimos existentes y la torre vigía de Capicorb donde estaba un punto de observación permanente del frente, allí subió Hemingway, en lo más alto de la torre, para estudiar el teatro de operaciones, junto a un fraternal amigo militar de esta línea del frente, el Comandante Gustavo Durán (teniente coronel y jefe al mando del XX Cuerpo de Ejército también denominado el Ejército de la Costa), que cita simplemente como Comandante, en el despacho de prensa enviado por Hemingway, por razones de seguridad militar.

- (El Cuartel General del Estado mayor republicano o parte de el, me confirma mi amigo Víctor Vidal que estaba en el mas de la Cenia del de Culla (José el de Culla, de Capicorb) junto al río, su familia que era y es la propietaria de la finca y masía, le explicaron que estaba la casa enmascarada pintada con tierra, había defensa antiaérea, puestos con ametralladoras, comunicaciones y una red de múltiples trincheras excavadas que llegaban hasta el mar, y a las otras masías cercanas y el río servía de trinchera natural para desplazarse las fuerzas militares arriba y abajo por el cauce). 

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: El mismo Hemingway, explica y detalla en una crónica de prensa para la North American Newspaper Alliance su visita a “Capicorp”, esta crónica de guerra se publicó en el libro biográfico de Hemingway titulado “Despachos de la guerra civil española (1937-1938)”.

A continuación los textos completos de la crónica de Ernest Hemingway que escribió para la agencia de noticias y documentales North American Newspaper Alliance (NANA):

Textos de Ernest Hemingway (año 1938): “Castellón, vía correo a Madrid. 8 de mayo, 1938. Trescientos metros más abajo, el mar azul avanzaba con indolencia y sólo había dos pasajeros en el avión con cabida para veintidós. Sobrevolábamos el trecho de litoral español dominado por las fuerzas de Franco. Aquellas dos ciudades blancas eran Vinaroz y Benicarló y aquella cadena de colinas pardas que se deslizaban hasta el mar como un dinosaurio que fuese a beber, era la línea que detenía el avance de Franco hacia Castellón.

- A mi paso por Castellón tuve la impresión de que había proliferado una raza de topos gigantescos. Todas las calles estaban salpicadas de montones de tierra extraída para la construcción de un sistema de túneles comunicados que eran refugios antiaéreos. Son tan eficaces, que bombarderos italianos de Mallorca habían dejado caer la víspera cuatrocientas bombas, destruido 93 casas y solo matado a tres personas. Los habitantes de Castellón no evacúan la ciudad, sino que se sientan ante sus casas; las mujeres haciendo punto y los hombres en cafés, pero cuando suena la alarma  todos se meten en agujeros como una colonia de marmotas.

- Por fin encontramos la línea del frente, profusamente atrincherada a lo largo de un cauce seco que desemboca en el mar, en punta de Capicorp, y caminamos por ella desde el mar hasta donde se curva hacia las colinas que habíamos visto desde el aire.

- Desde la cima de una torre medieval, construida para defender la costa de los piratas, estudiamos las posiciones enemigas.

- El comandante de esta sección tenía atrincheramientos de tercera y cuarta línea y magnificas posiciones defensivas naturales en su retaguardia hacia Oropesa.

-“El pánico a desaparecido por completo- dijo el comandante-. Se ha luchado encarnizadamente, ha habido ataques todos los días desde que llegaron al mar, pero hemos defendido este trozo de costa centímetro a centímetro. No a centímetros del mapa -sonrió-, como sucedió el primer día. Para echarnos  de la última posición que perdimos, trajeron cuatro cruceros y cinco destructores a unas tres millas de la costa a fin de bombardearnos desde la retaguardia, controlando mediante un avión de observación. Franco tiene solo dos cruceros y creemos que uno era el “Deutschland” y el otro italiano. Pero no somo marineros y no podemos identificarlos con seguridad. Quizá estarán ustedes aquí si intentan usarlos de nuevo. Sí, respondió este corresponsal, me gustaría muchísimo”.

Ernest Hemingway, "Despachos de la guerra civil española (1937-1938)": Este libro autobiográfico recoge 30 crónicas de Hemingway de 800 palabras cada una, dos de las cuales nunca fueron publicadas, y aparecen en el último número de la Hemingway Review, una publicación de la Sociedad Hemingway, que ha editado un especial sobre la guerra civil. Los originales de los despachos, enviados por el escritor a una agencia de noticias y reportajes llamada North American Newspaper Alliance (NANA), se encontraban en el archivo de Hemingway, situado en la Biblioteca John F. Kennedy de Boston, y en la universidad de Tejas. El profesor William Watson, del Massachuseas Institute of Techmology (MIT), el hombre que halló las crónicas originales de Hemingway, declaró a EL PAÍS que con estas crónicas "podemos ver, por primera vez, al escritor Hemingway tal como era, no como lo hicieron los editores de la agencia, que no respetaron su estilo". Los 30 despachos son prácticamente todo lo que Hemingway escribió para la Prensa convencional norteamericana sobre la guerra civil. Envió artículos a un curioso periódico quincenal llamado KEN, antifascista y anticomunista a la vez, e hizo también un solo artículo para el diario soviético Pravda.

“DESPACHOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1937-1938)”. En este libro se reúnen por primera vez, las crónicas que Ernest Hemingway escribió entre mil novecientos treinta y siete y mil novecientos treinta y ocho, cuando se trasladó a España para informar sobre los sucesos de la guerra civil de España. Se publican tal y como Hemingway las escribió, o sea, sin los siguientes retoques periodísticos. Los originales de los despachos los mandaba el editor a una agencia de noticias y documentales llamada North American Newspaper Alliance (NANA), que le pagaba entonces un muy elevado costo de quinientos dólares estadounidenses, diez veces más que a cualquier cronista. Estos textos forman de los mejores ejemplos de la economía de lenguaje, precisión y ritmo narrativos que hicieron del escritor el autor de un género literario entre la novela y el periodismo, predecesor del moderno periodismo que se empezó en los setenta. Los despachos prueban además que, en palabras del maestro William Watson, que ha localizado estas crónicas en la biblioteca Kennedy de la ciudad de Boston y en la biblioteca de la Universidad de Texas y ha supervisado la edición de Norteamérica, «Hemingway no era un simple turista de la guerra de España, sino más bien un corresponsal que trabajaba mucho, corría peligros y que procuró, y en buena medida lo consiguió, transformarse en el reportero profesional y el testigo que la violencia y la dificultad de la guerra exigían». El propio Hemingway afirmó que era «el trabajo más duro y peligroso que absolutamente nadie haya tenido»

BIBLIOGRAFIA:

Ernest Hemingway. Despachos de la guerra civil española (1937-1938).

Moya Julve, José Vicente (2005): Alcalá de Xivert Revolución, guerra y represión 1936-1948. Sèrie Història del Maestrat, Centre d’Estudis del Maestrat .

Prades Bel, Juan E. (2019): " ´La estancia del escritor norteamericano Ernest Hemingway en Capicorb, en mayo de 1938".

Prades Bel, Juan E. (2019): " El camp d’aviació d'Alcalá de Xivert” de 1938. Un aeródromo militar republicano y de la Legión Condor en la Foia de Alcalá".

Prades Bel, Juan E. (2019): " El camp d’aviació de Vilafamés”. Un aeródromo militar republicano y base nacionalista de la Legión Condor ".

Prades Bel, Juan E. (2019): " El aeródromo militar republicano de Ares del Maestre (Castellón), 1937-39”.

Prades Bel, Juan E. (2019): " Un aeródromo militar republicano en Oropesa del Mar”.

Fundación Ernest Hemingway.

North American Newspaper Alliance (NANA).

(CONTINUARÁ)

ARCHIVO: 

Fundación Hemingway.



"Comandante Durán"

Hemingway en Aragón.

Hemingway en Teruel


ESCENARIOS DE HEMINGWAY EN CAPICORB.








Hemingway posing for a dust jacket photo by Lloyd Arnold
 for the first edition of "For Whom the Bell Tolls",
at the Sun Valley Lodge, Idaho, late 1939.

4 comentarios:

  1. qué historia tan emocionante, reconociendo el entorno por la detallada descripción de la Sierra de Irta y alguna de sus torres... Y por contar de coprotagonista a mi admirado Gustavo Durán. Todo un lujo de documento. Gracias

    ResponderEliminar
  2. Gracias Jaelle, por tu comentario tan amable y fraternal.

    ResponderEliminar
  3. Maravillas como estas tenían que ser más conocidas : muchas gracias por publicar estas historias que son nuestro pasado , y que no se pierdan jamas .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras reconfortantes, son de agradecer, gracias de nuevo. Saludos y feliz año 2021.

      Eliminar