miércoles, 27 de noviembre de 2019

ALCALA DE XIVERT EN EL AÑO 1868

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PUEBLOS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE  CASTELLÓN:

Por: JUAN E. PRADES BEL, "Crónica", “Humanismo” (Proyecto: "ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

(Temática): DATOS PARA LA HISTORIA DE ALCALÁ DE XIVERT, CAPICORB Y ALCOSSEBRE. 

"EL MUNICIPIO DE ALCALA DE XIVERT EN EL AÑO 1868, DATOS PARA SU HISTORIA".

Escribe: Juan E. Prades Bel.

INTRODUCCIÓN: Datos del municipio de ALCALA DE XIVERT del año 1868, publicados en una obra ilustrada y de texto titulada “Crónica de la provincia de Castellón de la Plana” escrita por Adolfo Miralles de Imperial y colaboradores, la “Crónica de la provincia de Castellón de la Plana” es una separata o apartado que se escribía por provincias, y que forma parte de una extensísima y gran obra hispánica titulada: “Crónica General de España o sea historia ilustrada y descriptiva de sus provincias, sus poblaciones más importantes de la península y de ultramar. Su geografía y topografía; su historia natural; su agricultura, comercio, industria, artes y manufacturas; su historia antigua y moderna, civil, militar y religiosa; su legislación, lengua, literatura y bellas artes; su estadística general; sus hombres célebres y genealogía de las familias más notables; su estado actual, edificios, oficinas, establecimientos y comercios públicos; vistas de sus monumentos, cartas de sus territorios, y retratos de los personajes que han ilustrado su memoria. Obra redactada por conocidos escritores de Madrid, de provincias y de América”.

La gran “Crónica General de España”, se publicó en Madrid, en el año 1868. La imprenta era la de J. E. Morete, cuyo taller estaba en la calle Beatas, núm. 12, de Madrid. La obra “Crónica General de España” es propiedad de los editores Rubio, Grilo y Vitturi.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: Textos del año 1868 referidos a la población de ALCALA DE XIVERT:

1900-1910
PARTIDO JUDICIAL DE SAN MATEO: Alcalá de Chisbert, con el caserío de Alcocebre. 

Opinan muchos que esta villa es la antigua Hylactes mencionada por Avieno; pero sus vestigios se encuentran á alguna distancia de la actual población, en las ruinas del Castillo de Chisbert; componíase su nombre de dos raíces griegas Hyla (selva) y Ctesis (posesión).

Los árabes le cambiaron la denominación de Hylactes por la de Gilbert, y fundaron la moderna villa denominándola Alcalá de Gilbert (castillo de Gilbert). A fines del siglo pasado, ponderaba Cavanilles la necesidad de formar un caserío en el sitio del antiguo Alcocever, donde pudiesen habitar los trabajadores de los campos vecinos que en aquella época venían desde Alcalá, perdiendo en el camino cuatro horas de trabajo; el prudente consejo del sabio Cavanilles no fue desoído y el caserío existe hoy con la denominación de Alcocebre. En el término de Alcalá está el despoblado de Almedíjar, donde se han encontrado gran número de antigüedades y se observan vestigios de un castillo que debió pertenecer á los árabes. 

1900-1910
En otro lugar del término de Alcalá llamado Cap y Corp se ven ruinas que indican haber existido en dicho lugar alguna población; hace algunos años se encontraron allí monedas romanas de plata y de cobre. También existió en el término de Alcalá Hystra, ciudad cuyos restos descubrió el conde de Lumiares. Arrancada Alcalá del poder de los moros, don Jaime el Conquistador hizo poblarla de cristianos en 1238. Tiene una torre llamada de la Atalaya, y cuenta con 5.916 habitantes”.

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

HYLACTES, HISTRA: Son ciudades antiguas, nombradas por Avieno en su obra la “Ora Marítima”; a continuación, unos fragmentos de dicha obra traducidos del texto en latín al español actual, en la que se nombran esas ciudades antiguas: “… Luego sobresale el promontorio de Trete y, al lado, se halla la insignificante isla Estróngile. Acto seguido, en los aledaños de esta isla, una laguna de enorme amplitud ensancha sus riberas. Allá el río Teodoro (y no te sorprendas de oír en un paraje sin civilizar y bárbaro un nombre en la lengua de Grecia) desemboca lentamente. Los fenicios fueron los primeros en habitar estos lugares. De nuevo se extienden desde aquí arenales por la costa y tres islas circundan en toda su amplitud esta costa. Aquí en tiempos pasados estuvo la frontera de los tartesios, aquí existió la ciudad de Herna. El pueblo de los gimnetes se había aposentado en estos parajes. Ahora, en cambio, abandonado y despoblado desde hace tiempo, el río Alebo corre rumoroso sólo para sí. Tras todo esto, en medio del oleaje se halla la isla Gimnesia, que traspasó este antiguo nombre a la población que la habitaba, hasta el cauce del río Cano, que los regaba; y a partir de allí se extienden las islas Pitiusas, y las lejanas siluetas de las islas Baleares. Enfrente, los iberos extendieron su poder hasta el macizo de Pirena, situados espaciosamente a la vera del mar Interno. La primera de sus ciudades en levantarse es Ilerda. Después, la costa se extiende en yermos arenales. También aquí estuvo habitada en otro tiempo la ciudad de Hemeroscopio, hoy ya tan sólo un campo deshabitado bañado por lánguidas aguas. Se levanta luego la ciudad de Sicana; así la llaman los iberos por el río cercano. Y no lejos de la separación de este río, el río Tirio rodea la ciudadela de Tiris. Y por la parte en que la tierra se adentra lejos del mar, la región ofrece una extensa superficie cubierta de maleza a lo largo y ancho. Allá los beribraces, pueblo salvaje y feroz, vagaban en medio de abundantes rebaños de ganado; y alimentándose a duras penas de leche y queso graso, sobrevivían al modo de las fieras. A continuación, el cabo de Crabrasia se destaca a lo alto y el litoral se prolonga desnudo hasta los límites de la despoblada Querroneso. Por estas costas se extiende la marisma de Nácaras; tal es, pues el nombre de la costumbre dio a esta marisma; y en medio de la laguna sobresale una pequeña isla, fecunda en olivos y por ello consagrada a Minerva. En los aledaños hubo muchísimas ciudades: en efecto, aquí estuvieron Hilactes, Histra, Sarna y la insigne Tiricas; nombre antiguo el de esta ciudadela y enormemente famosas fueron las riquezas que sus habitantes por las costas del mundo, pues, además de la fertilidad de sus campos, merced a la cual la tierra cría ganados, viñas y los dones de la rubia Ceres, se transportan mercancías foráneas por el río Ebro.

AVIENO: Rufo Festo Avieno fue un poeta latino del siglo IV cuyo nombre completo, Postumius Rufius Festus, se menciona en una inscripción de Bulla Regia; Avieno, en cambio, es la forma de referencia más común con la que se le reconoce. Era natural de Volsinii en Etruria.

CONDE DE LUMIARES: Antonio Valcárcel Pío de Saboya y Moura más conocido como Conde de Lumiares (nació en Alicante, el 15 de marzo de 1748 – fue óbito en Aranjuez en 14 de septiembre de 1808) fue un arqueólogo, literato y escritor español. Autor de la obra “Inscripciones y antigüedades del Reino de Valencia”.

DESPOBLADO DE ALMEDÍJAR: Este antiguo asentamiento urbano estaba situado junto al río San Miguel en la margen derecha, en el término de Alcalá de Xivert. Junto al pequeño castillo de Tauranza o Castell Nou o Tormasal, sobre la colina y alrededores de enfrente del castillo, este emplazamiento en la parte baja junto al pie del camino albergo un pequeño asentamiento ibero-romano, quizá relacionado con una Mansió o un tipo de hospedaje similar, situado al paso de un antiguo camino ibero que subía desde la costa (este-oeste), a encontrarse con otro vial existente desde tiempos prehistóricos y que todavía existe como tal con un recorrido sur-norte, un vial de paso con el fin de buscar un lugar optimo y seguro por donde poder vadear el río “Sigarra”. Existían también las ruinas coetáneas con el castillo, de un posterior poblado islámico medieval de casas aisladas esparcidas por toda la montaña y entre los bancales de oliveras, todos esos vestigios y antigüedades (trincheras, mansió, alquería, rahales, ruinas,...) fueron destruidos y demolidos en su totalidad ahondando hasta los cimientos de la propia montaña, que la allanaron, aplanaron y la hicieron desaparecer por medios mecánicos, con barrenos y maquinaria pesada, en tiempos del cambio del milenio, para implantar plantaciones alóctonas de regadío, convirtiendo la derruida montaña histórica y llena de patrimonio en fincas de cítricos. (Juan E. Prades).

DIOSA CERES: En la mitología romana, Ceres era la diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad. Su equivalente en la mitología griega era Deméter. De ella (Ceres) reciben su nombre los cereales.

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

“Crónica de la provincia de Castellón de la Plana”. Autor: Adolfo Miralles de Imperial. año de publicación 1868. Madrid. Editores: Rubio, Grilo y Vitturi. Año 1868.  “Crónica de la provincia de Castellón de la Plana” pertenece a la gran obra “Crónica General de España o sea historia ilustrada y descriptiva de sus provincias, sus poblaciones más importantes de la península y de ultramar. Su geografía y topografía; su historia natural; su agricultura, comercio, industria, artes y manufacturas; su historia antigua y moderna, civil, militar y religiosa;su legislación, lengua, literatura y bellas artes; su estadística general; sus hombres célebres y genealogía de las familias más notables; su estado actual, edificios, oficinas, establecimientos y comercios públicos; vistas de sus monumentos, cartas de sus territorios, y retratos de los personajes que han ilustrado su memoria. Obra redactada por conocidos escritores de Madrid, de provincias y de América”.

La Obra gran “Crónica General de España”, es propiedad de los editores Rubio, Grilo y Vitturi. Publicada en Madrid, en 1868. Imprenta á cargo de J. E. Morete, calle Beatas, núm. 12.

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: ALCALÁ DE XIVERT, SIGLO XX.


Centro Jaimista de Alcalá.

Veraneantes en Alcocebre.


Restaurant Hotel Sevilla 1930


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