sábado, 26 de octubre de 2019

EL ANTIGUO FIELATO DEL GRAO DE CAPICORB DE 1853.



GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE ALCALÀ DE XIVERT-ALCOSSEBRE:
Por: JUAN EMILIO PRADES BEL.

EL ANTIGUO FIELATO DEL GRAO DE CAPICORB (ALCALÁ DE XIVERT), EN EL AÑO 1853.

Edificio del Fielato de Capicorb, 
en primer término, llamado y 
conocido por los vecinos como "la Torre".


Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.
INTRODUCCIÓN: En el poblado marítimo de Capicorb en el término municipal de Alcalà de Xivert (Castellón), existió un edificio oficial y público llamado el “Fielato”, este era el nombre popular que recibían en España las casetas de peaje de cobro de los arbitrios y de las tasas municipales sobre el tráfico de mercancías, aunque el nombre oficial de un “fielato” era el de estación sanitaria, ya que aparte de su función recaudatoria, era un peaje que servía para ejercer un cierto control sanitario sobre los alimentos que entraban en las ciudades y en los puertos de embarque de productos del país. El término fielato procede del fiel, así llamada la balanza oficial que se usaba para los pesajes de productos en los peajes. La publicación de una crónica del año 1853, publicada en el Diario Mercantil de Valencia y en la publicación oficial del Reino la Gaceta de Madrid, nos da información veraz de la actividad de este "fielato" de Capicorb.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
Capicorb, playa

Gaceta de Madrid: núm. 67, de 08/03/1853, página 3.
Texto: “Al Diario Mercantil de Valencia le escriben del Maestrazgo con fecha del 3 las siguientes noticias que no carecen de interés: Por todo este país tenemos un tiempo muy fuerte: los fríos vientos de Norte no cesan, y las montañas se hallan cubiertas de nieve. Las lluvias han sido muy escasas, de modo que los sembrados se hallan en mal estado. Los algarrobos están cargados de fruto, pero este no crece lo que debía, y aun se teme que el frío lo lastime. El olivo es el que más beneficio ha recibido en la estación que atravesamos, pues se ha descartado lo bastante, de la capa negra que lo cubría, y parece se prepare á sacar fruto.
Participo á V.I. como el día 22 del pasado Febrero se abrió el fielato en la playa de Capicorp, en el término de Alcalá de Chisbert, permitiéndose el embarque de los frutos del país, cuya gracia ha sido concedida á causa de expediente promovido por D. Fernando Bosch, Diputado por el distrito de Vinaroz, cuyo señor, después de difíciles obstáculos que tuvo que vencer, pudo conseguir que se abriesen las playas de Alcalá, Torreblanca y Cabanes, recibiendo estos pueblos inmensos beneficios, pues que hasta ahora se veían obligados á trasladar sus frutos á cinco y seis leguas de distancia, primer puerto habilitado. Aquellos pueblos han dado ya más de un voto de gracias á su excelsa Reina por tan acertada y laudable resolución, y al Diputado de su distrito por el interés extremo que ha demostrado en el logro de su cometido”.
Capicorb

CONCLUSIONES:
- El edificio del Fielato de Capicorb, es conocido y denominado por los vecinos de Capicorb como la "aduana", este puesto, torre o casa estaba enfrente de las casas del Reng, junto al cruce de caminos y contra el antiguo "noray", en la ribera del mar y dentro del dominio público marítimo-terrestre. La dirección General de Costas hizo derribar las ruinas del edificio, por estar dentro de sus dominios, tan solo quedan los restos de sus cimientos de piedra.
Los vecinos denominan a los almacenes aduaneros del Reng (antiguas Gorfas),lo que es el actual Túnel, como la Aduana, así la entienden y denominan a dicha construcción de almacenaje portuario y aduanero.
- Los Fielatos de los siglos XIX y XX, eran unas casetas o peajes de recaudación pública de la Hacienda de España a la contribución de consumos, de dicha acción recaudatoria estatal se encargaban directamente los Ayuntamientos, en los peajes de los fielatos se pagaban los arbitrios, las tasas municipales, las contribuciones de consumos y los impuestos directos sobre el tráfico de mercancías. Los llamados popularmente fielatos, eran una especie de aduanas locales, los edificios o recintos habilitados como fielatos solían ser sencillos, básicamente para dar albergue al funcionario de servicio, estos edificios o casetas de recaudación de la contribución de consumos estaban ubicados estratégicamente junto a las calzadas y carreteras de entrada a las poblaciones, a las pedanías y los puertos de embarque. A los fielatos también se les llamaba "casetas de consumo", “caseta de la recaudación” o “estaciones sanitarias”.
- Los fielatos desaparecieron totalmente al final de los años cincuenta o comienzo de los sesenta del pasado siglo XX, al quedar abolida la obligación ineludible de satisfacer aquellas contribuciones o derechos de consumo. Los funcionarios, conocidos como consumeros eran muy impopulares, y pasaron a ocupar otros destinos dentro del 
organigrama público de empleo.

GRAOS O GRAUS: Un Grao (grada) en el vocabulario náutico valenciano del siglo XIX, era una playa que servía de improvisado desembarcadero comercial para carga, descarga, embarque y exportación de géneros, frutos, y productos locales del país, con destino a la comercialización en otros puertos y ciudades. A lo largo de la historia, hasta mitad del siglo XIX en que apareció la línea del ferrocarril en la provincia de Castellón, el medio de exportar bienes y mercancías más habitual, fue el transporte naval de cabotaje comercial, siendo el sistema naval por medio de embarcaciones y buques de carga, la forma más rápida, barata y eficaz de transporte. Los “Graos” o “Graus” nacían a petición de algunos empresarios con intereses agrarios o comerciales, que hacía, se decidiesen por solicitar la pertinente autorización al Estado, para el transporte naval de cabotaje para sus productos o bienes locales a exportar, los graos se habilitaban en ciertos puntos de la costa, habilitado para tal fin, y lo más cercano posible a la zona de producción de los géneros a exportar. La conducción por vía terrestre a lomos de bestias y caballerías, por caminos malos y lentos, suponía una ruina para los sectores agrícolas, ganaderos, de comercio, artesanos y productores locales, los elevados costes que suponía el transporte terrestre, hacían que las largas distancias de los frutos, se intentasen cubrir por mar, de esa necesidad de transporte, rápido, económico y eficiente, es la proliferación de este tipo de gradas y embarcaderos, que los valencianos llamamos “graus”. A lo largo del siglo XIX, este tipo de embarcaderos estaban consolidados como  puertos locales para el tráfico naval de cabotaje, tanto para la entrada y salida de mercancías como de personas, protagonismo que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Con esta actividad portuaria aparecieron en los Graos, los “alcaldes de mar”, nombrados por la Comandancia de Marina para atender a los matriculados en su jurisdicción, controlar la actividad comercial y dar cuenta de cualquier incidente que se produjese en el tramo de costa que tuviese destinado dicho alcalde o autoridad. 

ARCHIVO: CAPICORB.
Playa y Reng de Capicorb, "la Torre" o fielato
 en ruinas, y los restos de una antigua "era de batre". 




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