jueves, 19 de diciembre de 2019

"CARRETERA REAL" VALENCIA-TORTOSA-BARCELONA.


GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

Por: JUAN E. PRADES BEL (Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR… 


"LA CONSTRUCCIÓN DE LA "CARRETERA REAL" O "CAMINO REAL" DE VALENCIA-TORTOSA-BARCELONA, PREDECESOR DE LA ACTUAL CN-340, A SU PASO POR ALCALÀ, TORREBLANCA Y LA CASA DE POSTAS DE LA SENIETA DE LA RIBERA DE CABANES".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

    Ya de antiguo, 
los caminos de paso a lo largo del tramo litoral de la Plana de Albalat, que abarca los territorios litorales, aldeas y municipios de Orpesa, La Ribera de Cabanes, el Reng de Torrelasal, Torreblanca, Torrenostra, Capicorp y Alcossebre, las comunicaciones de paso de viajeros y mercancias por estos asentamientos de la plana litoral del Castillo de Albalat, han sido a través de pasos históricos que han estado localmente comunicados por tierra con los pueblos de alrededor a través de sendas, caminos secundarios de cercanía y algunos otros caminos de herradura. Para tener una idea de cómo eran las comunicaciones terrestres de largo recorrido, describiré los itinerarios que nos han dejado algunos viajeros de la época, también obtendremos información de los Repertorios de Caminos que van apareciendo a partir del siglo XVI. 
   A medianos del siglo XVI, en casi todo el trayecto desde Barcelona a Valencia con diligencias, carromatos y carruajes se circulaba por la antigua calzada romana (ruta por el interior), y según el “Repertorio de todos los caminos de España” del valenciano Pedro Juan Villuga (1546), esta ruta a su paso por la provincia de Castellón transcurría por los siguientes lugares: “a tortosa, a la galera, a los mesoncillos, a trayguera, a san mattheo, a la salsadella, a las cuevas, a cabanes, a la puebla, a burriol, a villa real, a miles (Nules), a almenara”. De Traiguera salía un camino con destino a Morella, donde se bifurcaba en dos direcciones: una hacia Teruel (allí se podían elegir los itinerarios de Cuenca-Toledo o de Zaragoza), y la otra hacia Alcañíz (que enlazaba con la carretera a Zaragoza y Lleida). Los caminos figurados en el Repertorio de Villuga no eran los únicos existentes en aquella época, puesto que también estaban los caminos secundarios encargados de comunicar los pueblos con la red principal. Durante el reinado de Felipe II, sería el francés Bartolomé Joly, que llegó a España acompañando la comitiva del abad del Cister en 1603, quien describe la ruta seguida en sus viajes. El camino coincide exactamente con el del Repertorio de Villuga, que para el norte del Reino de Valencia tenía el siguiente trazado: Tortosa, Traiguera, San Mateo, Puebla (La Pobla Tornesa), Murviedro y Valencia. De Traiguera y la Puebla salen caminos hacia Morella, y desde Murviedro hacia Segorbe y Teruel. Al pasar por Tortosa, Joly, nos da cuenta del tráfico fluvial por el río Ebro: “sale de los Pirineos, próximo a Navarra y viene a desaguar en el mar cerca de Tortosa, llevando barcos cargados de vino y de lanas para Valencia y otros lugares”. En 1753, bajo el reinado de Fernando VI, se acometió la construcción de un camino directo desde Vinaròs a la vecina Benicarló: “Acabades dites obres, fou aprobat el camí el 13 d´Abril de 1753” , quedando muy bien comunicadas las dos poblaciones, el botánico Cavanilles, en sus “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia”, de 1795, relataba de su paso por el lugar: “Benicarló cae al mediodía de Vinaroz, y dista cinco quartos de hora por un camino llano y divertido”. Las nuevas ideas respecto a la infraestructura de los transportes en el siglo XVIII, quedan claramente expuestas en la obra de Fernández de Mesa, editada en 1755. Se distingue en esa obra, en primer lugar, respecto a la importancia “jerárquica” de los caminos, entre los “Caminos Reales o públicos de primer orden”, y los "Caminos vecinales", distinguiendo posteriormente, según sus características técnicas, en Caminos carreteros, “por donde pueden caminar los coches, o al menos las carretas”, de los “de herradura, aptos solo para caminar a caballo”. Añadiendo: “otros caminos hay que son empedrados o enlosados, que se llaman estradas…, y otros solo son de tierra”.  Con el monarca Carlos III (1759-1788), surgen los llamados caminos reales, que eran las principales vías de comunicación radiales desde Madrid. Desde el punto de vista legislativo, no sería hasta el 10 de junio de 1761, con Carlos III como rey, cuando el “Real Decreto expedido para hacer caminos rectos y sólidos en España, que faciliten el comercio de unas provincias con otras, dando principio por las de Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia”. Este decreto señalaba el impulso definitivo a la actuación estatal en las carreteras peninsulares. La razón fundamental de la monarquía para este impulso se centraba en consideraciones económicas, basadas en el hecho de que el mal estado de los caminos imposibilitaba el tráfico de mercancías durante largos periodos, lo que a su vez se traducía en que las provincias “estériles”, o no productivas, no podían recibir socorro de las “fértiles”, así como que significaban un freno a la importación y exportación de toda clase de productos. Para solucionar estos problemas, que además retrasaban el desarrollo industrial y afectaban a la competitividad de todas las producciones económicas, para mejorar se hacía necesario construir caminos rectos y sólidos, comenzando por los de la capital del reino a las provincias, y posteriormente, seguir con la materialización de los de unas provincias con otras.  Para la financiación de los caminos, se imponía por diez años un sobreprecio de dos reales de vellón sobre la fanega de sal (gracias a este impuesto se calculaba que se conseguiría un monto total de tres millones de reales) con lo que se suponía que se lograría financiar la construcción de los citados caminos, que, por otro lado, debían responder a una estructura centralizada y radial.
   En el año 1761, Pedro Rodríguez de Campomanes publica un “Itinerario de las Carreras de Posta de dentro y fuera del Reyno”, en el cual se confirma un acercamiento hacia la costa en el trazado de los nuevos caminos. En esta obra explica que las carreras de postas, entre Castellón y Tortosa, eran Torreblanca y Vinaròs, desde aquí se pasaba a Ulldecona y de ésta a Tortosa; lo cual significaba la pérdida de protagonismo de la circulación por el interior de la provincia de Castellón. En lo que respecta a la obra nueva de la nueva carretera a su paso por la provincia de Castellón se superpuso en gran parte de su recorrido sobre la vieja calzada  de la antigua Vía Augusta romana, aunque a partir de Vila-real el itinerario seguido no fue el del corredor interior Borriol-Cabanes- Coves-Salzadella-Sant Mateu, sino que el recorrido del nuevo camino real se desplazó  por el corredor litoral pasando por Castellón, Benicàssim, Oropesa, La Ribera, Torreblanca, Alcalà de Xivert, Santa Magdalena, Benicarló y Vinaròs. Es evidente que durante 1783 ya se estaba construyendo la carretera general de Valencia a Barcelona, cuyo nuevo trazado atravesaría la Plana de Albalat y la Ribera de Cabanes a pesar de que el lugar, en aquella época, era bastante insalubre por la abundancia de mosquitos y aguas estancadas, probables transmisores de enfermedades endémicas como tercianas y otras pestes y enfermedades. Joseph Townsend, viajero, médico y geógrafo británico, recorrió España entre los años 1786 y 1787, durante su viaje redactó la obra “Viaje por España”, publicada en 1791. En la temporada veraniega del año 1787 hizo el recorrido de Barcelona a Valencia sobre ruedas, tardando siete días en completar el viaje. El tramo del itinerario de Tortosa a Valencia, transcurría por Tortosa, Vinaròs, Benicarló, Castellón, Murviedro y Valencia. De Tortosa a Valencia las jornadas eran: Benicarló, Castellón de la Plana y Valencia, esto es, tres jornadas, que sumadas a las otras tres o tres y media de Barcelona a Tortosa dan un total de seis a seis jornadas y media de distancia entre las dos capitales y confirma que el nuevo camino real en el año 1787 estaba abierto a su paso por la Plana de Albalat- Orpesa-La Ribera-Torreblanca-Alcalá. La actual carretera general CN-340 a su paso por la Plana de Albalat, localmente nombrada en el siglo XX citado por los antiguos vecinos con el topónimo de “l'antiga carretera del cami reial” o "carretera real", que esta superpuesta en muchos tramos sobre ese antiguo Camino Real de Tortosa a Valencia, concebida su construcción por el Real Decreto de Carlos III de 10 de junio de 1761. Después de la guerra de Independencia, se fueron mejorando los firmes del camino real, y las diligencias por el sistema de postas aumentaron en velocidad, rebajando la carrera con ocho caballos hasta las 37 horas de camino, era lo que tardaban en cubrir y recorrer la distancia entre las ciudades de Barcelona y Valencia. En Torreblanca fue desviado este vial, y el tramo antiguo del camino real todavía se conserva con el nombre de “Cami Vell de Castelló”, y el "carrer l'Aljub" y la calle San Jaime o camino de Alcalà, era el paso del camino real por el interior del casco urbano de Torreblanca. 

MENCIÓN DE ALGUNOS ANUNCIOS DE DIVERSAS EMPRESAS DE DILIGENCIAS-CORREOS DE PASAJEROS QUE OPERABAN EN LA RUTA DEL CAMINO REAL DE BARCELONA A VALENCIA, A SU PASO POR LA ZONA LITORAL DE ALBALAT: 

AÑO 1862. DILIGENCIAS DE BARCELONA A VALENCIA “LAS BARCELONESAS”. Diligencias-correos de Valencia “Las Barcelonesas”. Esta acreditada Empresa continúa saliendo todos los días á las ocho y media de la noche, haciendo el servicio en 37 horas. Desde el día 15 los precios serán los siguientes: Berlina, 100 reales. -Interior, 80 reales, y cupé 70 rs.-Encargos, 8 reales la arroba. El despacho continúa en la Rambla del Centro, n. 35, junto al pasaje Bacardí, á cargo del Administrador Francisco Doménech. (Diario de Barcelona: Año 1862, no. 352 (18 dic. 1862) Ed. Mañana).

AÑO 1858: “DILIGENCIAS CATALANAS” PARA VALENCIA y MADRID. SERVICIO DE VERANO. Con el objeto de proporcionar á los señores viajeros todas las comodidades posibles la mayor rapidez en el viaje, esta Sociedad que á su buen deseo reúne la circunstancia de tener un exacto conocimiento de la carrera de Valencia por los muchísimos años que en ella tiene servicio establecido, acaba de combinar un nuevo servicio da verano que evitando á los señores viajeros las molestias del calor, les proporciona la ventaja de llegar á Valencia a las ocho de la mañana y poder continuar para Madrid por el tren que sale á las doce del día de aquella capital, haciendo el viaje de Barcelona á Madrid en 60 horas incluso el descanso de 4 horas en Valencia. Así pues, la salida de los coches de Barcelona para Valencia será diaria, á las seis de la tarde, llegando á Valencia á las 38 horas y á Madrid á las 60. En la administración de Valencia se reservarán cierto número de billetes para los señores pajeros que deseen continuar su viaje á Madrid. Las buenas condiciones y comodidades de los coches, los innumerables tiros que tiene en toda la línea y el buen servicio de las fondas, así como la pericia de sus excelentes mayorales son ya demasiado conocidos de los señores Viajeros para que esta Sociedad se entretenga en demostrarlo. Administración y despacho, Fonda de Oriente, Rambla. (Diario de Barcelona: Año 1858, no. 094 (4 abr. 1858).

AÑO 1859 : "DILIGENCIAS VALENCIANAS" y "DILIGENCIAS CATALANAS". Estas dos empresas, con el objeto de proporcionar á los señores viajeros que las favorecen todas las comodidades posibles; han dispuesto, que desde el día 1º de abril salgan dos expediciones diarias tanto de Barcelona, como de Valencia, una a las siete de la mañana, y otra a las tres de la tarde; pasando la primera tan solo una noche en el camino, y enlazando la segunda con el ferro-carril del Mediterráneo. Las administraciones de dichas empresas se hallan establecidas en Barcelona en la plaza del Teatro núm. 6, frente al Correo, y en la Fonda de Oriente, Rambla del Centro, y en Valencia Fonda del Cid, plaza del Arzobispo, y Fonda de la Villa de Madrid, plaza de Villarrasa. (Diario de Barcelona: Año 1859, no. 093 (3 abr. 1859). 

AÑO 1859: "DILIGENCIAS BARCELONESAS". DE BARCELONA A VALENCIA y VICE-VERSA. Continúan saliendo todos los días á las tres de la tarde para Valencia, pasando por Tortosa. Los viajeros que quieran continuar su viaje á Madríd, podrán efectuarlo sin pérdida de tiempo, pues la Empresa tiene reservados en Valencia cierto número de billetes para el efecto. La Administración, que estaba establecida en la Rambla del Centro, núm. 3, frente al Liceo, se ha trasladado á la misma Rambla, fonda de las Cuatro Naciones. En Valencia, plaza de Villarrasa, Fonda Villa de Madrid. (Diario de Barcelona: Año 1859, núm. 137 (17 mayo 1859) Ed. Mañana)

 AÑO 1859: DILIGENCIAS VALENCIANAS Y CATALANAS. PARA TORTOSA, VALENCIA, ALICANTE Y MADRID. Estas dos Sociedades, con objeto de proporcionar á los señores viajeros que las favorecen todas las comodidades posibles, han dispuesto que desde el día 1.° de mayo salgan das expediciones, tanto de Barcelona como de Valencia; verificándolo la primera á la una de la tarde, y la segunda, que conducirá el correo, á las siete de la tarde. Las mismas Sociedades tienen establecido un nuevo servicio para los señores viajeros que deseen continuar para Alicante ó Madrid, á cuyo efecto se reservan un número de asientos en sus administraciones. Respecto al servicio de coches, tiros, fondas y mayorales, creen las Empresas inútil alabarlo, por cuanto los señores viajeros lo tienen experimentado. Las administraciones se hallan establecidas, en Barcelona, plaza del Teatro, n. 6, frente al Correo, y en la fonda del Oriente, Rambla del Centro.  (Diario de Barcelona: Año 1859, núm. 137 (17 mayo 1859) Ed. Mañana).

 AÑO 1862: SOCIEDAD DE DILIGENCIAS DEL ORIENTE DE ESPAÑA. Los coches de esta empresa empezarán el día 15 del presente mes á salir diariamente de esta capital en dirección á Valencia, pasando por Tortosa, para evitar el peligroso paso de la barca de Amposta, y enlazando con el ferro-carril á Castellón de la Plana. Los viajes se harán con tanta comodidad como rapidez y economía y con solo emplear una noche en el camino los que vengan de Valencia. La empresa animada de los mejores deseos no duda que los viajeros sabrán apreciar tan buenas circunstancias. Precio de los asientos, 70 reales, 60 y  40 rs., y de lo demás enterará su administrador, junto al pasaje de Bacardí, bajos de la fonda de las Cuatro Naciones. Números Diario de Barcelona: Año 1862, núm. 354 (20 dic. 1862) Ed. Mañana).

(Relator J.E.P., año 2011)
BIBLIOGRAFIA:
- Juan Villuga, Pedro (1546):"Repertorio de todos los caminos de España: hasta agora nunca visto en el q[ua]l allará q[ua]lquier viaje q[ue] quiera[n] andar muy puechoso pa[ra] todos los caminantes co[m]puesto por Ped[r]o Juan Villuga vale[n]ciano, e impresso en Medina del Campo por Pedro de Castro, a costa de Juan de Espinosa, en el año 1546". -Gonzalo Menéndez Pidal, 1992: "España en sus caminos", Madrid, Caja de Madrid, 1992.
-Gonzalo Menéndez Pidal, 1951:  "Los caminos en la Historia de España",  Ediciones de Cultura Hispánica, Madrid.
- Townsend, Joseph (1791): Viaje por España.
- Pedro Rodríguez de Campomanes, Conde (1761): Itinerario de las Carreras de Posta de dentro y fuera del Reyno. De orden de su majestat Carlos III, Imprenta de Antonio Pérez de Soto, Madrid, 1761.
- Cavanilles, Antonio Josef (1795): Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia. En la imprenta real, Madrid, 1795.
ARCHIVO FOTOGRAFICO: CN-340.

Torreblanca, el vial de la izquierda es el antiguo camino real,
a la derecha el desvío
 de la nueva CN-340 por fuera de la población





El antiguo camino real, sobre el cual en muchos tramos
se construyo superpuesta la CN-340.


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