miércoles, 13 de septiembre de 2023

"AÑO 1838: ALOCUCIONES Y ARENGAS CARLISTAS DE ROGER-BERNARD-CHARLES D'ESPAGNAC DE RAMEFORT, LLAMADO EL CONDE DE ESPAÑA".

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, FOLKCLORE, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

Por: JUAN E. PRADES BEL, “Crónicas”, “Humanidades”, (Proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

"AÑO 1838: ALOCUCIONES Y ARENGAS CARLISTAS DE ROGER-BERNARD-CHARLES D'ESPAGNAC DE RAMEFORT, LLAMADO EL CONDE DE ESPAÑA". 

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN: El llamado Conde de España era Roger-Bernard-Charles d'Espagnac de Ramefort, llamado Carlos de España y Conde de España; nacido en Foix (Francia) en el año 1775, falleció en Organyà (Lleida) en 1839. El Conde de España, era un militar español de origen francés de noble linaje, con motivo de la Revolución Francesa hubo de trasladarse con su familia al Reino Unido y después a Mallorca. En 1792 se puso al servicio de la Corona española y luchó al servicio de España contra los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-1814). En 1811 había alcanzado el rango de mariscal de campo y en 1813 consiguió, como jefe de los sitiadores de Pamplona, la capitulación de la guarnición francesa que se encontraba en la ciudad. Se distinguió en la Guerra de Independencia y al servicio del rey Fernando VII durante la restauración absolutista, se puso incondicionalmente al lado de Fernando VII para reprimir el liberalismo. El rey Fernando VII españolizó su apellido, le otorgó el título de conde de España, con grandeza de España, y el título de vizconde de Couserans. 

- El Conde de España llegó a ser capitán general de Cataluña, y se le conocía como El Tigre de Cataluña, reprimió a los liberales y a los incipientes carlistas, tras la muerte de Fernando VII en el año 1833, dio un cambio a sus ideas o intereses y se puso del lado del pretendiente Carlos María Isidro de Borbón durante la Primera Guerra Carlista y comandó a los carlistas catalanes. El Conde de España murió asesinado en el año 1839 cerca de Organyà (Orgaña, Lérida), en el puente del Espía, por su propia escolta y de acuerdo con las instrucciones de los principales jefes carlistas en Cataluña, poco antes del Convenio de Vergara, pues consideraban que estaba dispuesto a rendirse a Espartero. Su rostro fue desfigurado y su cuerpo machacado hasta la muerte fue lanzado desde el centro del puente del Espía al cauce del río Segre con una piedra atada al cuello.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: 

(Documento 1º, fechado en el año 1838): 

El Correo nacional (Madrid). 29/7/1838 . (ALOCUCIÓN DEL CONDE DE ESPAÑA, Año 1838). — DOCUMENTO CARLISTA. Remitido por nuestro corresponsal de Gerona. 

— CATALANES: Al encargarme del mando del ejército y de la presidencia de la real junta superior gubernativa del principado, obedeciendo la voluntad del Rey N. S. (Q. D. G.), quisiera poderos anunciar el fin de vuestros sufrimientos, el término de esta guerra fratricida. Sí en este momento me es imposible presentaros tan halagüeña perspectiva, no dudéis, catalanes, que el proporcionaros cuanto antes la suspirada paz será el objeto constante de mis desvelos, sí seguís la senda que la religión os manda, que el deber de fieles vasallos os prescribe. Al contemplar los templos del Altísimo profanados, sus ministros bárbaramente asesinados, los asilos de la virtud violados, todos los hombres de bien vilmente perseguidos, vuestros campos talados, vuestras fábricas incendiadas, vuestra industria aniquilada, vuestro comercio abatido, mi corazón se oprime y gime. Reparar tantas desgracias, aliviar en lo posible vuestros males, reconciliar los ánimos que se hallan divididos y abrir de nuevo las puertas de riqueza y prosperidad a vuestro ingenio, es todo mí anhelo.

— Para lograr cuanto antes tan apetecidos bienes, dos circunstancias son absolutamente indispensables: subordinación y disciplina en el ejército, docilidad y buena fe en los habitantes pacíficos. La lealtad y el valor heroico del soldado me aseguran las primeras; vuestras virtudes y vuestro propio interés me garantizan las segundas. Bajo estas sólidas bases y con el ausilio del cielo voy á emprender tan útil y santa obra, secundado por todos los beneméritos individuos de la real junta que tengo el honor de presidir, por los valientes gefes del ejército, por vosotros todos. Harta sangre española se ha vertido; hartos laureles regados con tan precioso abono ostentan su lozanía. De vosotros depende el que nos dediquemos esclusivamente a cultivarlos de un modo más útil y glorioso uniéndolos al frondoso olivo. Olvidemos pasados errores. Convenzámonos que solo bajo el suave y paternal cetro de nuestro adorado y magnánimo soberano podemos hallar nuestra felicidad. Su recta justicia da seguridad y esperanzas lisonjeras á los leales; su innata clemencia á los incautos.

— Hagamos un común esfuerzo, y dentro muy breves días podremos llenar de gozo el corazón de S. M. diciéndole: Señor, en Cataluña no existe ya la discordia revolucionaría, la constancia de los fieles, la vuelta á la razón de los seducidos y el sincero arrepentimiento de los obstinados la han destruido para siempre.

— Catalanes: Séame permitido derramar con vosotros este bálsamo consolador en el alma del más virtuoso de los reyes, y acabaré con placer mí anciana carrera.

— Berga 4 de julio de 1838. EL CONDE DE ESPAÑA.

(Documento 2º, fechado en el año 1838): 

El Correo nacional (Madrid). 29/7/1838. ALOCUCIÓN DEL CONDE DE ESPAÑA, Año 1838. "VOLUNTARIOS: La divina Providencia, libertándome de mil peligros, y la real piedad del Rey N. S., nombrándome vuestro comandante general, me proporcionan poder cumplir el más sincero y ardiente voto de mi corazón: triunfar ó perecer con vosotros defendiendo la más justa y santa de las causas. La victoria coronará vuestro heroico valor. Para que este sea fértil producto de toda serie de prosperidades, son indispensables la más exacta disciplina y ciega subordinación. 

— Siendo realistas y catalanes, ¿Quién se atreverá á dudar poseéis tan preciosas virtudes? Estoy seguro, y esta idea me complace hasta el estremo, que vuestra docilidad me hará olvidar los castigos que las leyes imponen, y agotar, si posible fuese, las recompensas con que S. M. está siempre pronto á premiar á sus leales defensores.

— No olvidéis, valientes voluntarios, que las armas que empuñamos, solo deben derramar sangre enemiga en el campo de batalla; nunca arrancar lágrimas á los pacíficos habitantes de quienes debemos ser el más firme apoyo, el mas seguro consuelo. Vean los pueblos en cada uno de vosotros un libertador. Seamos impertérritos en el combate, generosos en la victoria, y no dudéis nos granjearemos observando esta conducta, el aprecio y admiración de nuestros amigos, mereceremos el respeto y gratitud del incauto, seremos el terror y el espanto de los perversos y contribuiremos poderosamente á colocar en el trono del santo rey á su legítimo y heroico sucesor, en cuya digna e inmortal empresa se gloria de hallarse á vuestro frente, vuestro comandante general. EL CONDE DE ESPAÑA. Berga 4 de julio de 1838".

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

SIGLO XIX (SINOPSIS): España en el siglo XIX, quedó desgarrada con crueldad y saña por las sangrientas y estériles luchas, guerras diversas y constantes insurrecciones y alzamientos en armas ocurrido y sufrido año tras año, repetidamente a lo largo de todo el siglo XIX, engendrando la política, la ideología y el fanatismo social un monstruo entre la población civil que habitaba en cada rincón y pueblo de España llamado pura violencia por motivos dispares y múltiples faltas de cabezas serenas, conocimientos y saber de toda la sociedad en su conjunto, todos fueron responsables de ir construyendo un país débil y altamente toxico, con una alta injerencia local de amenazas violentas constantes condicionando la vida diaria y las libertades de las personas, como consecuencia floreció una sociedad altamente disparatada, muy fanatizada y sectaria, dividida, violenta y altamente perturbada a todos los niveles y estratos de abajo hacia arriba y viceversa.

ROGER-BERNARD-CHARLES D'ESPAGNAC DE RAMEFORT, LLAMADO CARLOS DE ESPAÑA Y CONDE DE ESPAÑA:

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

Real Academia de la Historia.

ARCHIVO FOTO-IMAGEN:




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