GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS, FOLKCLORE Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
Por: JUAN E. PRADES BEL, “Crónicas”, “Humanidades”,
(Proyecto: "ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y
patrimonios).
(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…
(Temáticas):
DATOS PARA LA HISTORIA DEL MUNICIPIO DE ALCALÀ DE XIVERT-ALCOSSEBRE.
(Temáticas) "EN ESPAÑA: DE DIEZ CABEZAS, NUEVE EMBISTEN Y UNA PIENSA..." (MACHADO).
"NOTICIAS SOBRE LA GUERRA DE PASCUAL CUCALA; HISTORIAS LOCALES DEL SEXENIO REVOLUCIONARIO".
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Les històries escrites que m'acompanyen, m'ajuden a pensar, a imaginar, a viure, i a experimentar un munt de vides molt diferents de la meua". J.E.P.B.).
INTRODUCCIÓN: El alzamiento en armas de Pascual Cucala, se produjo en la noche del 5 de junio del año 1872, en el municipio de Alcalá de Xivert, cuando se levantó en armas una partida de unos quince hombres, los cuales crearon una facción armada a las órdenes de Pascual Cucala Mir y Vicente Bou Martorell, ayudados y apoyados por la Junta Carlista del pueblo, presidida por José Vela, que al grito de ¡Viva Carlos VII! proclamaron solemnemente en la plaza de Alcalá de Xivert a Carlos VII como rey legítimo y rompieron los aparatos del telégrafo de Alcalá para evitar las comunicaciones oficiales. Así comenzó la leyenda del mítico jefe carlista Pascual Cucala.
(NOTA: Pascual Cucala Mir, en el momento de los hechos era agricultor y propietario de una ganadería de toros en Alcalà de Xivert, en su juventud había luchado como voluntario en el ejército carlista de Cabrera. Pascual Cucala, fue candidato carlista en las primeras elecciones tras la Revolución de septiembre del año 1868).
(Documento 1º, biografía):
DATOS SOBRE LA FIGURA DE PASCUAL CUCALA MIR, (a.) EL "RULLO", “RULLET”, RULL DE LA MIRA (apodo de su madre "la Mira").. Por Francisco Asín Remírez de Esparza, biografía de Pascual Cucala Mir, (a.) Rull de la Mira Alcalá de Chivert (Castellón), 1816 – Port-Vendres (Francia), 1892. Carlista.
De familia carlista y labradora, la figura de Pascual Cucala aparece en escena al comienzo de la Tercera Guerra Carlista. En 1872, con otros catorce hombres de su pueblo, levantó una guerrilla. Su fama le llevó a organizar varios batallones en el Maestrazgo y pronto fue uno de los jefes más distinguidos del Ejército del Centro. El 11 de septiembre de 1873 el mismo Don Alfonso le nombró teniente coronel (con antigüedad de 30 de agosto). De él escribió en sus Memorias Doña María de las Nieves que “era la honradez personificada”. Cucala entró en la villa de Segorbe en 1873 y apresó al recaudador de impuestos de la República con una importante cantidad de dinero que envió al coronel Vallés. Más tarde se apoderó, en la misma villa, de ochocientos fusiles. Játiva también capituló ante Cucala el 24 de septiembre de ese mismo año. Considerado un buen estratega, se distinguió en las acciones de Minglanilla y Villafranca del Cid. Llevó a cabo una expedición a Alicante y derrotó a la Caballería liberal en Tecla, acción por la que fue ascendido a brigadier y se le concedió la Gran Cruz del Mérito Militar. En 1874 ya era jefe militar de Castellón y mandaba la brigada del Maestrazgo. El 22 de febrero de 1874 tomó la villa de Amposta (Tarragona). Durante la estancia en Aragón de Don Alfonso Carlos fue uno de sus hombres de confianza y, cuando los infantes pasaron a Francia, Cucala se encargó de su escolta. Al finalizar la lucha en el Maestrazgo cruzó el Ebro y se unió a las tropas navarras. Acabada la guerra, pasó a Francia. Su figura ha sido ensalzada por Melgar, Brea y otros escritores carlistas. Biógrafía, autoria
Bibliografía:
-J. Pérez Machi, “Don Pascual Cucala”, en El Tradicionalista (Valencia), año III, n.º 134 (10 de septiembre de 1905).
-V. Messeguer Folch, Carlismo y Carlistas de Alcalá de Xivert, Benicarló, Centre d’Estudis del Maestrat, 2001, págs. 70, 95, 103, 121 y 168.
EXPOSICIÓN
DOCUMENTAL:
(Documento 2º, fechado en el año 1873): El
Pensamiento español (Madrid. 1860). 15/1/1873. - ACCIÓN DE PEÑARROYA.— Por las
noticias que ayer y hoy publicamos, han podido comprender nuestros lectores cuán
de problemático es, por lo menos, el cacareado triunfo de una columna da
carabineros y voluntarios sobre las fuerzas de Cucala y Ferrer. Hoy, los
periódicos de Valencia dan noticias de este encuentro, y aunque algún tanto
contradictorias, se descubre en ellas que la victoria fue de los carlistas. Juzguen
nuestros lectores.
- Las Provincias, periódico liberal de Valencia, confiesa que en esta ciudad y en Castellón el público no dio crédito al pomposo parte oficial, anunciando que Cucala había sido derrotado con pérdida de 30 muertos y 30 prisioneros, y se duele de las exageraciones de La Correspondencia y demás periódicos oficiosos que hablaron de esta acción. El mismo periódico añade que no eran tampoco completamente creídas les noticias de El Católico, el cual, en un suplemento, dijo: «Personas que han visto á las fuerzas de Cucala con posterioridad a dicha acción, y que con ellas fueron un gran trayecto, nos aseguran que Cucala llevaba de la misma, acaecida en Peñarroya, tres carabineros prisioneros y muchos capotes, 13 fusiles y 20 mochilas, provistas algunas de ellas de gallinas, dinero y otros efectos; que Cucala se rio grandemente cuando los viajeros le dijeron que en Morella acababan de fijar las autoridades el parte de su derrota, que es el que publica la Gaceta, pues que los carlistas, que atacaron á la bayoneta y sin disparar a la columna de Guardia civil y carabineros, sólo tuvieron un muerto y algunos heridos; siendo muchas más las bajas de los amadeistas, lo cual se comprende, pues eran mayores los fuerzas carlistas, en las que especialmente Cucala está ya acostumbrado a vencer a enemigos mayores.»
- Las
Provincias añade por su parte: «Ante versiones tan encontradas hemos procurado
buscar más imparciales y seguros orígenes, y hemos sabido lo siguiente: «El sábado
11, la diligencia que de Morella se dirigía a Castellón, encontró en Vallibana
á la facción reunida de los cabecillas Cucala, Ferrer y Piñol, que por los
montes había hecho una marcha de diez horas, dejando á su derecha á Morella, en
su camino de Peñarroya á Vallivana. La partida era fuerte de unos 200 hombres.
Detuvo á la mencionada diligencia, previniendo en Vallivana qué si antes de
tres horas daban aviso de su encuentro, castigarían al pueblo a su regreso.
- En
el carruaje subieron los tres cabecillas, obligando al mayoral a marchar al
paso para que les pudiera seguir la gente, a bien esta se rezagó un poco, de
modo que cuando después de un par de horas de marcha, llegó a la Venta Anroig,
hubo de aguardar á la facción.». Pasajeros que iban en aquella diligencia vieron
que entre los facciosos iban doce de ellos con capotes de carabineros, ocho o
diez con fusiles de los que usa aquel cuerpo, y unos veinte con mochilas
también de carabineros, no sabemos si de algún carro ó caballería con armamento
de que se apoderaran, pues no se conoce bien el origen de aquellas prendas. La
facción llevaba tres caballos, siendo de advertir que antes del combate de
Peñarroya tenía siete, y ningún prisionero de los carabineros, como con poca
certeza ha dicho á El Católico sin duda alguno de los viajeros de la
diligencia. La facción en Venta Anroig dejó la carretera, marchando hacia la
izquierda, en dirección a Chert ó á las Atalayas de Alcalá. Es cierto que Cucala
negó su derrota—¿se querrá que la confiese?—y no dando importancia alguna al
encuentro, dijo que sólo había tenido un muerto y un herido. Esta es indudablemente
el origen de las noticias de El Católico, y sobre ellas funda su relación.
Nosotros hemos procurado indagar algo más, y podemos añadir quo en la noche del
jueves al viernes se hallaban los tres cabecillas Cucala, Ferrer y Panera con
su gente en Peñarroya, entregados a le distracción de un animado baile. Pero
prevenidos, pues habían colocado centinelas en puntos avanzados. Uno de ellos
descubrió á la columna mandada por Arjona, que se acercaba con el propósito de
coparlos, y disparando el arma dio la señal, entablándose un reñido tiroteo,
que no debía ser muy ventajoso para los carlistas, cuando, abandonando su posición,
forzaron el cerco á la bayoneta, escapando del pueblo. Las noticias que, no de Peñarroya,
sino de Monroyo, que está próximo, recibimos, se refieren a 32 muertos carlistas,
y añaden que hubo heridos por ambas partes. No se ha hablado de prisioneros carabineros
ni es lógico que los hubiese cuando los facciosos hubieron de forzar la línea
enemiga para salir del atolladero en que estaban. Como se ve, las tropas de Cucala
llevaban prendas y efectos de guerra pertenecientes á los carabineros, lo cual
es confirmar la derrota de los amadeistas; sin que baste á desvirtuar este
efecto, el que en el pueblo de Monroyo se dijera que los carlistas habían
tenido 32 muertos. ¿No pudieron ser estas voces esparcidas por los derrotados
amadeistas? Esto es lo más verosímil, y más si se atiende a que al día
siguiente de la acción, Cucala estaba con 1.000 hombres en Fresneda, como
decimos en otro lugar.
- Escrito
esto, vemos El Católico, qué escandalizado de las mentiras oficiales, confirma
las noticias de su suplemento, añadiendo algunos pormenores. Los amadeistas
creyeron que los carlistas eran pocos y cercaron el pueblo, siendo rechazados á la bayoneta con grandes
pérdidas. Después de la acción y de repartirse los efectos cogidos a los
carabineros, se dividieron las fuerzas de Ferrer, Cucala y Piñol. Cucala pasó á
Bel, de allí á Vallibona, el 11 á Vallibona, después juntamente con el coche que
bajaba de Morella á Anroig. Del botín á la partida de Cucala le tocaron: 10
fusiles, 12 capotes y 15 mochilas.
- Una
carta de Castellón, que El Católico publica, dice entre otras cosas: «Personas
llegadas del alto Maestrazgo aseguraron que la tan cacareada acción ha sido un
triunfo más para los carlistas. Entre los muchos viajeros arribados á esta
capital, uno que ha hablado con el único herido carlista y sus compañeros,
refiere el encuentro de la manera siguiente: "Las fuerzas reunidas de Ferrer, Piñol
y Cucala, en número de 900 á 1.000 hombres, se encontraban la noche del día 9
en Peñarroya, á cuya población cercaron aquella misma tarde; cuando los
voluntarios estaban, unos descansando en sus alojamientos y otros divirtiéndose
en la plaza, avisaron los centinelas la aproximación del enemigo. Los
amadeistas, en número de 250 ó 300, creyendo que sus enemigos eran pocos,
quisieron coparlos, y sitiaron la población; los carlistas, por el contrario,
creyeron que los sitiadores serian Velarde con todas las columnas que operan en
el Maestrazgo, cuyo número es mucho mayor, y procuraron la salida".
- Al
efecto, el jefe Ferrer dio las disposiciones convenientes, y haciendo calar bayoneta,
emprendió el ataque rompiendo un nutrido fuego, que duró por espacio de una
hora, consiguiendo rechazar al enemigo, que se dispersó por las inmediaciones
del pueblo. Como era de noche, los carlistas no pudieron continuar el ataque, y
se replegaron á un cuarto de la población. El resultado de este encuentro ha
sido: un muerto, un herido y cinco extraviados los carlistas; y los amadeistas
cinco prisioneros, y 30 o 35 entre muertos y heridos.
- También se han apoderado los carlistas de 31 fusiles y otros tantos capotes y mochilas de los carabineros. Después de esta victoria, Ferrer y Piñol se dirigieron á la ribera del Ebro, y Cucala se encuentra hoy en Cuevas (de Vinromá), en cuya población ha entrado montado en su brioso caballo.»
SOBRE LA SUBLEVACIÓN CARLISTA (SEPTIEMBRE, 1872).
(Documento 3º, fechado en el año 1872):
La
Esperanza (Madrid. 1844). 25/9/1872. NOTICIAS CARLISTAS DE LA PRENSA, De La
Iberia: «La situación de Cataluña es muy grave, y el Gobierno pretende en vano
engañarse á sí mismo. En las cuatro provincias los carlistas son dueños de la situación,
y á intervalos disfrutan los habitantes de las capitales una tranquilidad, que
sólo les sirve para reflexionar en los inminentes peligros que no quiere o no
puede ya conjurar el ministerio.»
——De
El Imparcial: «El jefe Sanz ha entrado en el distrito de Valencia por la parte
de Cenia.»
—«Los
jefes Cucala y el Bou mandan la partida levantada en la provincia de Valencia.»
—«La
facción Vallés ha logrado volver en dirección del Priorato, favorecida por el
recio temporal que allí reina y su escaso número, que hace muy difícil su
persecución.»
—«El
brigadier Villalon, desde Morella, participa que la facción Sanz se halla
acorralada por sus tres columnas en los puertos de Beceite, donde, á su juicio,
no tiene más remedio que sucumbir. Para cooperar á este fin ha llegado el
batallón de cazadores de Alba de Tormes.»
—«La
partida de Alcalá marchó anteayer á Villanueva, perseguida por un batallón del
regimiento de León que salió de Valencia.
(Documento 4º, fechado en el año 1872):
La
Regeneración (Madrid). 26/9/1872. SOBRE LA SUBLEVACIÓN CARLISTA. El Imparcial
de hoy publica las siguientes noticias: «Nos escriben de Castellón que en la madrugada
del lunes entraron unidas en aquella provincia las partidas carlistas de Valls y
Sans, cortando la vía férrea, en Alcalá de Chisvert, como ya hemos dicho á
nuestros lectores, de manera que el tren de Barcelona no pudo avanzar ni retroceder;
pero aquella misma tarde quedó compuesta l vía y llegaron los viajeros.
Aunque
no nos dice nuestro corresponsal las fuerzas con que contaban aquellas dos
partidas, hácese eco del rumor de habérseles agregado en Alcalá los cabecillas
Bou y Cogueta con unos 170 hombres, aunque le parece demasiada gente. Estos dos
cabecillas estaban detenidos en las cárceles de Castellón cuando subieron al
poder nuestros amigos, y ahora pagan su libertad con empuñar da nuevo las
armas.
La carta
nos dice que la facción iba hacia el Maestrazgo, y nos da noticia de la llegada
de fuerzas militares que la persiguen sin tregua.
—El
cabecilla Farré, con 100 hombres, se halla en Llaborí, exigiendo contribuciones
á los pueblos de la comarca.
—Miret
se encontraba anteayer en San Juan de Cunills, y Espolet, con otros cabecillas,
en Castellolí. Las persigue la columna, del Panadés.
— El
cabecilla Roca exigió anteayer al pueblo de Alcatrón una contribución de 80
pesetas, que le fue entregada.
— Los
cabecíllas Torres y Valltondra con la gente de que disponen entraron anteayer
en Sanahuja.
— Saballs
pernoctó anteanoche en San Lorenzo de la Muga, habiendo salido ayer con
dirección á Albaña.
— Dícese
que Saballs manda una fuerza de 1.000 infantes y 40 caballos; pero las noticias
fidedignas qué se tienen de dicha partida hacen exageradísimas las cifras que
anteceden
— Ha
salido de Olot el capitán general de Cataluña, señor Baldrích.
(Documento 5º, fechado en el año 1872):
La
Regeneración (Madrid). 26/9/1872. PERIODICOS DE PROVINCIAS. Las
Provincias de Valencia dice lo siguiente: «La facción formada el lunes en
Alcalá de Gisbert llegó á las Cuevas de Vinromá, y ante la resistencia que le opuso
el puesto de la Guardia civil, que había querido sorprender, renunció al ataque
y siguió internándose hacia el Maestrazgo, en dirección á la Sierra de Garcerán.
Sus
jefes son, según las noticias recibidas, Pascual Cucala (a.) Rullet y Ramón Dempere,
que hace unos tres meses formaron otra partida en el mismo Alcalá.
Ahora, con motivo de haber marchado la Guardia civil que estaba en aquella población, y por escitacion sin duda del cabecilla Sanz que ha trasladado á esta parte del Ebro el teatro de sus correrías, aquellos fugitivos han entrado en Alcalá, han reunido á unas cuantas docenas de los más decididos partidarios, y recogiendo algunas armas y 90 duros que tuvo que entregarles el ayuntamiento, han salido nuevamente á campaña.»
(Documento 6º, fechado en el año 1872):
SOBRE LA SUBLEVACIÓN CARLISTA (OCTUBRE, 1872). La
Esperanza (Madrid. 1844). 4/10/1872. El mismo periódico niega que haya sido batido
Cucalá en Alcalá de Chisvert: «No es cierto, como otro parte oficial dice,
copiado por los periódicos de la localidad, que fuese batida otra partida en
Alcalá de Chisvert. Dicha partida, mandada por el Rullo de Cucalá, se presentó
en Alcalá, intentando penetrar en ella y apoderarse del destacamento dé
carabineros que allí había, lo cual, notado por estos, aumentados notablemente,
se posesionaron de algunas casas, desde donde hacían fuego á la partida posesionada
de otras contiguas.
Viendo
ésta la imposibilidad de penetrar en la población, se retiró tranquilamente,
sin herido alguno, al paso que la columna amadeista tuvo una baja ocasionada en
un corneta que recibió tres balazos en una pierna, ofreciendo pocas esperanzas
de vida.
Tres
prisioneros, dice el parte que se hicieron: entre ellos hay una mujer; ya
pueden nuestros lectores comprender lo que serán los dos restantes, habitantes
pacíficos de las casas donde se fortificaron los carlistas.
A
esto quedan reducidos tanto destrozo y batida; es sensible, pero no fatal,
porque á los carlistas ni les intimida la adversidad ni les enervan los
triunfos.»
(Documento 7º, fechado en el año 1872):
Boletín de comercio. 2/10/1872, n.º 226. CORREO NACIONAL. Según telegrama recibido de Castellón, el comandante militar de Morella ha entrado en Ulldecona con los cincuenta y un prisioneros de la facción Sanz. A Castellón han llegado tres de la de Cucala. Este lleva aun veinticinco hombres. La agitación ha calmado completamente y reina tranquilidad en toda la provincia.
(Documento 8º, fechado en el año 1872):
La Correspondencia de España. 6/10/1872, n.º 5.427. TERCERA EDICIÓN. El temido alzamiento carlista del Maestrazgo ha fracasado por completo. La actividad y acierto con que las tropas han acudido á batir las partidas allí levantadas han hecho comprender al carlismo su inútil empeño, la facción Sanz no existe ya, y la de Cucala está perseguida y casi estinguida por la columna que manda el activo jefe de la guardia civil Sr. Llorach. El comandante general del Maestrazgo ha dirigido con tal acierto las operaciones y con tanta rapidez que ha desbaratado el alzamiento.
(Documento 9º, fechado en el año 1872):
SOBRE LA SUBLEVACIÓN CARLISTA (NOVIEMBRE, 1872).
La
Regeneración (Madrid). 2/11/1872. Dice EL PENSAMIENTO ESPAÑOL:
_ «El valiente y animoso jefe de la partida del Maestrazgo, D. Pascual Cucala, nos escribe desmintiendo los asertos de LAS PROVINCIAS DE VALENCIA respecto á su partida, principalmente la noticia que dió este periódico de que el Sr. Cucala había sido relevado del mando. El Sr. Cucala continúa al frente de su partida, muy resuelto á, seguir defendiendo la bandera del honor nacional, y no piensa en retirarse como ha dado a entender LAS PROVINCIAS.
(Documento 10º, fechado en el año 1872):
BATALLA DE LA POBLETA (NOVIEMBRE, 1872): La Esperanza (Madrid. 1844). 5/11/1872. De Alcañiz escriben con fecha 3 de Noviembre (1872) á un periódico de Zaragoza: «Sr. Director del Diario de Avisos.
Mi
estimado amigo: El cabecilla Cucala, más afortunado en esta tierra que su
antecesor Sanz, tuvo un encuentro anteayer, más allá de la Pobleta, con una partida
de cazadores de Alba de Tormes que, procedente de esa capital, se dirigía á
incorporarse á su batallón. Dio por resultado dicho encuentro que los cazadores,
en número de 30, con el teniente que los mandaba , fueran casi en su totalidad
prisioneros del guerrillero Cucala.
Detalles
que se refieren de público: entre los 30 cazadores iban ocho ó nueve sin armas,
creo que por enfermos ó convalecientes.
El día
antes de la derrota habían pernoctado en el pueblo de Monroyo, cuyo alcalde
advirtió y aun aconsejó al oficial no siguiera su marcha; pero éste, que era
demasiado joven, sin duda por exceso de delicadeza, y temiendo que se achacase
á cobardía, lo que todos conocemos con el nombre de prudencia, desoyendo todo
consejo, pasó adelante, y recogió el fruto de su inexperiencia. Aseguran que se
batió bien y con bizarría.
Hasta
la hora en que escribo esta carta, no se sabe si han soltado los prisioneros,
creo que lo harán porque han de servirles de grande incomodidad.
El
comandante militar de esta plaza con el celo que le distingue, dio conocimiento
á las autoridades superiores y á las columnas que recorren este territorio de
la aparición de la facción Cucala.—Tuyo, X.
Ultima hora. Al cerrar esta, he sabido que han dejado en libertad á los prisioneros. El teniente, herido de dos balazos en una mano.» ¡De esta suerte proceden siempre los caballerosos carlistas !.
ADDENDA:
ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL
ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
(Documento 11º, CRONOLOGIA:
La vida para las partidas carlistas –que en conjunto movilizaban en la zona del Maestrazgo unos mil hombres- distaba de ser fácil, faltas de todo lo necesario para su sostenimiento y perseguidas de continuo por las tropas del gobierno.
El 9 de enero del nuevo año de 1873 las facciones de Ferrer, Cucala y Panera, que se encontraban descansando en Peñarroya (Teruel) son sorprendidas por tres compañías de carabineros que les obligaron a dispersarse después de dejar 30 prisioneros, que fueron conducidos a Morella, así como caballos y pertrechos, aunque, como en tantas otras ocasiones, el resultado de la acción varía mucho despendiendo de la procedencia de las fuentes.
El 12 de enero, las fuerzas mandadas por Cucala, compuestas por unos 300 hombres, tuvieron un nuevo encuentro con tropas gubernamentales en Las Cuevas de Vinromá. Ante la llegada de la columna enemiga, los carlistas salieron de la plaza, donde estaban formados, y se emboscaron en un olivar cercano al pueblo con objeto de resistir el ataque, que acabó con la retirada de los carlistas monte arriba.
Tras estos encuentros en los que las partidas carlistas sufrían su inferioridad de fuerzas y falta de armas, muchos voluntarios, desalentados, se acogieron al indulto ofrecido por Villalón, mientras que otros, como Cucala, pasaban el Ebro para incorporarse a las fuerzas que combatían en Cataluña, donde la insurrección había cobrado más cuerpo.
Ello hizo que a finales de enero volviera la calma a la provincia de Castellón y que oficialmente se diera por terminada la rebelión.
Sin embargo, los vientos de la historia se encargarían de reactivar las pavesas. El 11 de febrero de 1873 se produjo la abdicación de Amadeo I y la solemne proclamación de la I República, nombrándose al mismo tiempo un gobierno ejecutivo con Estanislao Figueras como presidente. Dos años había durado Amadeo como rey, durante los que el pueblo, atraído por las causas extremas, republicanismo y carlismo, no se sintió identificado con el monarca y lo consideró como un rey intruso.
Con la República la situación política entró en un rápido proceso de deterioro. La inestabilidad de los gobiernos, las insurrecciones federalistas en muchas ciudades, la indisciplina militar y las luchas partidistas condujeron rápidamente a la más completa anarquía. El cantonalismo destrozaba la unidad nacional; ardían pueblos enteros; la soldadesca asesinaba a sus jefes, y cuatro insensatos desde la esfera del poder escupían a lo más sagrado. Todo ello no hizo más que atizar el fuego de la guerra carlista, que cobró desde entonces nuevo impulso.
La noticia del cambio de régimen produjo verdadero júbilo al Pretendiente carlista, que confiaba en que la marcha de su primo le acercaría más al Trono de San Fernando. Para estar preparado para aprovechar cualquier oportunidad, Don Carlos se refugió en un castillo entre Toulouse y Tarbes, cerca de la frontera española, desde donde podía estar tanto cerca del frente catalán, donde la guerra se extendía rápidamente, como del vasco, donde la campaña empezada por Dorregaray cogía desde la caída de la monarquía amadeista nuevos bríos.
El
16 de julio Don Carlos, montado en un brioso corcel y con uniforme de capitán
general, hizo su entrada en España entre el resonar de las campanas de
Zugarramundi que le daban la bienvenida y una población enardecida que le
aclamaba.
BIBLIOGRAFIA,
WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
Real Academia de la Historia.
ARCHIVO FOTO-IMAGEN:
Grabado carlista. |
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